Reduce las emisiones de NOX en aproximadamente un 70%, y de partículas contaminantes en un 99% respecto a otros combustibles. También reduce los niveles de ruido en un 50% versus un diésel.
Un vehículo de GLP reduce en un 15% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a un vehículo gasolina.
Los vehículos de GLP reducen en un 99% las emisiones de partículas respecto a los vehículos diésel. 10 vehículos diésel emiten tanto NOx (óxido de nitrógeno) como 100 vehículos GLP.